lunes, 28 de octubre de 2013

La Federación de la Automotriz, un paso histórico adelante en el sindicalismo venezolano

El sábado 26 de octubre se ha constituído una de las federaciones que más darán que hablar en Venezuela: la  Federación de Trabajadores y Trabajadoras del Sector Automotriz, Autopartes, Carroceras y Conexas . Es decir, todas las empresas dedicadas al sector, en sus diferentes componentes y especialidades. 700 delegados representando cada delegado 100 trabajadores o fracción de las principales fábricas de todo el país, unas 25. Entre ellas: Ford, Toyota, Chrysler, Iveco, Encava, Mitsubischi, Firestone, Pirelli, Good Year, Esposito, Enveta, Filtros Wix, Road Track, Tuboauto, GPI, Macusa, Mamusa, Gabriel, Clover, Aerocav, Tessco, Ocimetal, Super Autos, Mavidel, Metalsa.


Un teatro de Valencia, estado de Carabobo, acoge el primer congreso de automotrices

La constitución de esta federación ha sido un trabajo arduo de casi diez años, cuando ya se intentó constituir en 2006 venciendo la división, la represión, el amarillismo sindical y también, hay que decirlo, las resistencias, dificultades y desconfianza puestas por el propio gobierno revolucionario chavista.
El nacimiento de esta federación ha sido pues todo un desafío. Como señaló ya el Secretario de Chrysler, Christian Pereira, sólo el día antes recibieron amenazas anónimas de que iban a impedir el acto con armas en la mano, ya que “iban contra el gobierno”. Cosa que chocaba con la realidad de un acto que empezó con el canto del himno nacional y la voz de Chávez, así como la targeta de entrada que traía la foto de Maduro.
La industria automotriz en la revolución
Lo que se jugaba el sábado era muy importante. El sector de la automoción siempre ha jugado, en todos los países, no sólo el papel de motor económico sino también del sindicalismo de clase, de la organización independiente de la clase obrera. Y Venezuela no es una excepción, sino una confirmación. Ello explica pues los intentos de sabotear, de ignorar ese acto y el hecho que, a pesar de haber sido invitadas todas las autoridades, desde Maduro, el alcalde chavista de Valencia y el ministro de trabajo, sólo fuera una delegación de segundo nivel de éste último.
La revolución bolivariana está en una encrucijada. El gobierno habla de “guerra económica” contra los trabajadores y el pueblo. Sin embargo no acierta a poner orden en la economía, a castigar y erradicar los que roban 22.000 millones de dólares de la renta petrolera, a los que provocan o agudizan el desabastecimiento de artículos de primera necesidad y las colas que generan amplio malestar social. Y, como bien se dijo en las intervenciones de los oradores del 

Militantes sindicales y políticos presentan el Congreso

congreso, ese sabotaje de la revolución se hace no sólo desde la derecha burguesa y patronal, sino también gracias a que desde dentro del PSUV y el gobierno hay quienes saquean el país en su propio beneficio y privilegios, sin que les importe la situación de la gente trabajadora y pobre.
La respuesta de crear esta federación es pues una necesidad ante los tiempos de crisis actuales y ante los más graves que seguramente se avecinan. La caída de la venta de coches y, en cambio, la subida de la importación en la misma o mayor proporción de vehículos de alta gama, no se explican si no hay una complicidad entre los monopolios y sectores de la administración que sacan tajada de esas importanciones. Como señaló Pereira: “la respuesta a la actual crisis y al futuro no puede ser sólo reivindicativa, que debe serlo también y seguiremos defendiendo las condiciones de vida, de trabajo y de salud de los trabajadores. Pero la respuesta es también política. Los problemas de nuestra sociedad y de la economía son políticos. Por ello los trabajadores hemos de ser políticos. Y hemos de aspirar a dirigir este país para construir el tipo de sociedad que queremos para todos, un tipo de socialismo sin privilegios”.
El sábado en el teatro abarrotado de Valencia en el ambiente electrizado de las intervenciones se notaba que se asistía a un hecho histórico. Las intervenciones de los conductores del acto, del secretario general de Chrysler, Christian Pereira, del secreatario general de Ford, Gilberto Troya, de Stalin Pérez, del asesor de los estatutos y deToyota, compañero García, así como la presencia de dirigentes históricos del sindicalismo como Mogollón, del textil, fueron un ejemplo de cómo el 

Christian Pereira, secretario general del sindicato de Chrysler y primero de la nueva Federación

sindicalismo de nuestros días no puede rehuir el debate y los problemas considerados como temas de “gobierno económico” o de “régimen democrático”. Al revés, la envergadura de los ataques del capital, incluídos los que se hacen dentro de un proceso de revolución democrática como la bolivariana, exigen que la lase trabajadora de un paso al frente y no deje en manos de burócratas ni burgueses las soluciones que se necesitan para salir adelante. El representante del Ministerio de trabajo tuvo una intervención tibia. Se notaba que estaba allí por compromiso. Se declaró él mismo “clase trabajadora y no obrera, para no ser excluyente” y dijo que que el estado venezolano era “obrerista”. Pero a renglón seguido adoptó un tono de riña, como si las luchas o críticas obreras podían beneficiar a la oposición escuálida.
El control obrero, garantía de una economía al servicio de la sociedad
Precisamente eso es lo que no entienden quienes están en puestos políticos o económicos, cómodamente sentados y que no quieren ni escuchar al pueblo: que sólo los trabajadores pueden llevar a término, de manera radical y decidida, aquellas medidas que el propio gobierno de Maduro proclama, pero que luego la burocracia gobernante, sus propios ministros y cuadros, son incapaces de aplicar. Una de ellas, como el Congreso determinó que va a luchar por aplicar, es el control obrero. Es que los sindicatos controlen las divisas que se entregan a las empresas para las importaciones y que sean utilizadas realmente para lo que se pidieron y no para especular con los dólares y generar inflacción. O discutir con las multinacionales y el gobierno si realmente es necesario las importaciones de coches caros cuando hay una lista enorme de espera de los coches medianos y pequeños, y un montón de empresas auxiliares cerradas por falta de trabajo. “¿Por qué no se mete mano a esta situación? ¿Por qué el gobierno no se apoya en la clase trabajadora para aplicar lo que dice y deja que quienes dirigen empresas y ministerios campen a sus anchas con su ineptitud y sus negocios? ¿El candidato a alcalde del PSUV quiere ganar las elecciones y ni siquiera asiste a uno de los actos obreros más importantes que se realiza en Valencia? ¿Tiene miedo a discutir con la gente obrera?
La unidad y democracia como método
El sumo cuidado con el que se ha fraguado esta federación se manifestó en la elección de la dirección, el Consejo de la Federación. En él están representadas todas las fábricas principales y todas las partes del proceso productivo. Esta paciente batalla de organización, de creación de un frente único y alianzas muy diversas, de acuerdos entre diferentes y a veces enfrentadas corrientes, poniendo por encima lo que une antes que lo que separa, es la que ha permitido superar viejas rencillas y enfocar un proyecto ilusionante para el presente y el futuro. De ahí que señalara el compañero de Ford que “el nombre mismo de la federación expresaba esa voluntad de integración y democrática:  “unitaria”, y no “única”, que podría indicar exclusión de las fábricas o talleres que aún no están”.
Sólo dos fábricas importantes faltaron a este Congreso, Misubitsi y General Motors. Ello producto de complicados procesos internos en los que la represión patronal, con asesinatos de sindicalistas por sicarios incluídos, así como el despido de toda la dirección sindical para poner un sindicato amarillo con ayuda del gobierno, así como otras dificultades, no permitieron aún que participen en su constitución. Pero los líderes de esta federación ya están trabajando codo a codo con  

Acompañando a un obrero de Toyota en llevar la pancarta

los trabajadores de esas fábricas para remontar la situación. Y para ello decidieron democráticamente dejar dos de las responsabilidades vacantes para representantes de esas fábricas, con el convencimiento de superar pronto ese hueco. Y, reconocido por toda la asamblea, el papel del sindicalismo de Chrysler, que asistió masivamente al acto, por sus formas y maneras unitarias y por su combatividad, han sido el motor del proceso.
El internacionalismo obrero estuvo presente
El discurso del compañero Stalin Pérez, muy aplaudido, mostró la necesidad del sindicalismo de estar en guardia ante el proceso contrarrevolucionario que quiere la burguesía y una parte de la burocracia aliada con ella. Alertas a que no ocurriera como en Rusia, donde el proceso de desmontar las conquistas revolucionarias fue hecho desde dentro, por un personaje que tenía su mismo nombre: Stalin. Y mostró “la necesidad de unirse a otros trabajadores del sector del automóvil y del mundo, como los de Europa, como los de Detroit en Estados Unidos, para combatir juntos al imperialismo y a sus monopolios que imponen producciones, pérdida de salarios, derechos, desastres medioambientales, y darle la vuelta pasando a controlarlos a ellos, incluso a discutir qué productos son los que hay producir, si son carros o son autobuses o trenes. Las fábricas pueden cambiar su producción, la industria del automóvil se adaptó para construir armamento durante la Segunda Guerra Mundial. Eran esos los intereses del imperialismo. ¿Porqué no se pueden adaptar las producciones ahora a lo que necesita colectivamente la sociedad y discutirlo? Hay prepararse para dirigir la economía de la sociedad”. El internacionalismo estuvo presente también con la presencia de un delegado sindical del estado español y con saludos llegados de Polonia, estado español y Detroit (USA).
Necesitamos dirigentes sindicales que sean también políticos
Pero el broche de oro fue puesto por el discurso de cierre del secretario recién elegido, Christian Pereira. Frente a aquellos que acusan a la nueva federación de ser “antichavista”, planteó que los trabajadores del automovil tienen claro a quien deben votar, a los candidatos de PSUV. Pero a la vez denunció que tales candidatos están haciendo todo lo contrario del legado de Chávez, e incluso preparan algunas derrotas al atacar en muchos casos a los sindicatos, al aliarse con los patronos, al robar también al pueblo. O, sencillamente, al no asistir a actos como aquel, que era un motivo de orgullo y un hecho histórico en los anales de la organización sindical y política de la clase obrera venezolana.
¿Quién sabotea la revolución? Por supuesto la burguesía. Pero también esos dirigentes supuestamente “rojos” que atacan con mentiras a los trabajadores de las fábricas del automovil como si fueran unos corruptos por usar los “cupos” que tiene el trabajador para comprar coches, cuando los escandalosos márgenes de ganancias sin comparación en el mundo  y el llamado mercado secundario o revendedores está dominado por los mismos concesionarios de vehículos 

Dirigentes sindicalistas históricos, como Stalin y Mogollón, acompañaron la presidencia el Congreso

y los empresarios¿Porqué no vienen aquí a discutir esos problemas? ¡Aquí les podemos dar soluciones para cortar eso!”. Christian concluyó en la necesidad de preparase todos los  trabjadores y trabajadoras, de formarse, de estar alertas y no dejar que los dirigentes de la Federación se desvíen, de exigir transparencia y democracia,  y de cambiarlos y revocarlos cuando sea necesario. “Porque todos podemos cometer errores, pero se trata de que la clase trabajadora participe cada vez más y ocupe su auténtico lugar, que es dirigir la sociedad de manera democrática y para todos”. El teatro, puesto en pié aplaudiendo, expresó la emoción que da asistir a un momento histórico.

Nace pues no sólo una potente federación. Nace un nuevo tipo de sindicalismo de clase, independiente, solidario, democrático, transparente, y también con voluntad de dirección política. Las resoluciones aprobadas por unanimidad quedan como ejemplo de un nuevo tipo de sindicalismo de clase, más revolucionario y de lucha por el socialismo. La militancia sindicalista de Europa y del mundo debemos estar atenta a ese proceso, pues su experiencia puede ayudar a cambiar decisivamente el sindicalismo de pacto y gestión, apolítico y sin apenas movilización, al que estamos habituados hasta hoy y que nos muestra cada vez más que así vamos para atrás, de derrota en derrota. Este Congreso y la Federación Automotriz, la FUTAAC, están llamados a cumplir un papel decisivo en los próximos tiempos y son un ejemplo de cómo organizarse en cada ramo.


Tras el Congreso la comida de confraternización y...baile y dominó

“No hay hombres”

Esta frase la escuché con insistencia por primera vez en Panamá. Pero ahora se repite con la misma o mayor insistencia en Venezuela. ¿Qué significado tiene exactamente?
Hay hombres que dicen que “tocan” 7 mujeres por cada hombre. Otros que 9. Los más moderados dicen que “sólo” es el doble de mujeres. Pero, en cualquier caso, casi todos los hombres de aquí están convencidos de que pueden elegir a su gusto a las mujeres porque la ley de la oferta y la demanda les beneficia enormemente.

La mujer venezolana es el eje de la familia...como en tantos sitios

Así pues existe la idea de que se pueden tener relaciones multipersonales de un hombre con varias mujeres a la vez, sin que eso sea más que el tipo de relación normal que corresponde, dado el exceso de mujeres y la falta de hombres. Pero eso, que tuviera algún sentido quizás si el hombre no tiene una pareja estable, se traslada y alarga a la etapa en que hombre y mujer deciden constituir una familia, relacionarse establemente y amarse sexualmente de forma exclusiva. Pues aunque las canciones latinas tradicionales prometen eso y mucho más, un amor infinito e idílico, la realidad es que no. El hombre sigue buscando otras relaciones fuera del matrimonio. Como hay exceso de mujeres...Por supuesto, donde las dan las toman, y eso también ocurre con la mujer, pero en menor medida o como reacción a lo primero. Sólo que el hombre ve muy mal que la mujer pueda hacer lo mismo.
¿Y cómo interpretan las mujeres la frase? Pues no en el mismo sentido. Cuando una mujer dice que faltan hombres, añade inmediatamente...”responsables”, “hombres seguros, fiables”. Ellas dicen que los hombres no tienen constancia para una relación de fidelidad con la pareja. Los hombres “se cansan” de tener la misma relación. Las mujeres se quejan en particular de los hombres jóvenes. “Los carajitos no se hacen 
Es fácil ver a hombres jugando. Y en casa... ¿quién cocina?

responsables de nada”. Son muy poco fiables, aunque puedan ser muy buenos en la cama. Por ello muchas mujeres jóvenes buscan una relación estable con hombres mayores que ellas, porque les ofrece más seguridad.
En Panamá capital entré en uno de mayores prostíbulos, creo recordar que se llama Micasa o algo así. Trabajan en él unas cien mujeres, de las cuales unas 70 son colombianas y las demás dominicanas. Quería saber un poco de ese mundo. La chica que “me atendió” era domicana. Se sentó en mis piernas y me empezó a hablar. En primer lugar a proponer que la invitara a cerveza o una copa. Pero a pesar de todos sus sensuales movimientos y roces, conseguí tener una conversación no sexual con ella. Era una negra gordita y bonita de 34 años. Era madre soltera y tenía una hija de 6 años que había dejado con su madre en su país. Necesitaba dinero para alimentar y cuidar su familia y una prima que ya trabajaba en el prostíbulo la invitó a que fuera. Llevaba año y medio y su objetivo era salir de esa profesión y encontrar un trabajo digno, pero la falta de legalización de los papeles de residencia se lo hacían imposible. Una historia casi similar a la que podrían explicar todas las chicas del salón.
Una de las cosas que me dijo es que los hombres que frecuentaban el prostíbulo, casi todos jóvenes como pude comprobar, bebían mucho, muchísimo. Que no se podía confiar en ellos. Uno le había ofrecido formar pareja y “sacarla de la mala vida”. Y lo probó. Pero al cabo de unas pocas semanas el muchacho la abandonó y ella tuvo que volver a la prostitución. Pero además tuvo que aguantar ver a ese joven volviendo a beber y emborracharse en el 

La participación barrial ha hecho que la mujer salga de la casa

mismo local donde ella lo conoció. “No hay hombres”, me dijo.
Y en verdad los hombres tenemos que reflexionar. Muchos, muchísimos hombres consideran que la mujer es un objeto para la diversión del hombre. La prostitución es algo considerado como “normal” para un hombre que no tiene pareja ni una amiga con quien acostarse. Es la evacuación de una necesidad fisiológica. Y punto. Y parece que lo que importa es las curvas, los pechos y el culo que presenta el modelo que elijamos. ¿Hablar con ella? ¡Para qué! Y es verdad. Un compañero revolucionario que creo es feliz con su matrimonio me decía ayer que hablar con una prostituta no tiene ningún sentido porque ellas a lo que van es a dar otro servicio. “Entonces te contestarán lo que quieras oír y punto”. Es así. Y es natural que sea así. Ellas van a sacar un dinero por el servicio que les piden los hombres, que no es otro que el de su vagina.
Pero yo prefiero las relaciones humanas a las relaciones comerciales, ¡qué le vamos a hacer!. Y como creo que hombres y mujeres no somos iguales pero sí tenemos iguales derechos, por eso mismo creo que debemos lograr un entendimiento sincero y leal entre hombres y mujeres.Un entendimiento que tiene que estar basado en la realidad de cada uno, de cada persona, que es diferente a las demás y que incluya la relación sexual de manera natural, gozosa y libre de prejuicios. Creo que los hombres tenemos que cambiar nuestro “chip” sobre la masculinidad. Necesitamos encontrar una masculinidad no patriarcal, no machista, no de creernos superiores a las mujeres. Tenemos mucho que aprender de ellas. Cuanto antes aprendamos, mejor para nosotros, más inteligentes y felices seremos. Y lo seremos todos y todas.
En fin, no creo que “no hay hombres”, pero sí que los patrones, los roles que nos asigna este tipo de sociedad capitalista, consumista, patriarcal, nos impiden desarrollarnos como auténticos hombres y mujeres, de manera libre, franca, abierta. Los temores, la represión moral, el papel de la religión para mantener el hipócrita orden social actual, aún impiden que hagamos de este mundo, de nuestro querido planeta Tierra, un paraíso.
El “dios” que nos expulsó del paraíso empezó por señalar y establecer la diferencia entre 
Las mujeres son muchas veces más combativas que los hombres

hombre y mujer y dar una supuesta superioridad al hombre. Esa es la moral que hoy  aprovecha el sistema capitalista (y antes todas las demás civilizaciones) para mantener la opresión del hombre sobre la mujer. La sociedad latinoamericana es bastante religiosa, cree mucho en un Dios todopoderoso y amantísimo. Pero no se pregunta cómo es posible que bajo ese tipo de moral que impregna la sociedad en realidad ésta sea tan machista. ¿Será porque el papel de la religión es el esclavitud moral del pueblo y en particular de la mujer, como ya utilizaron los conquistadores? ¿Cómo es posible que la Iglesia permita, y no de ahora que se ha descubierto sino desde siempre, la pedofilia, la relación forzada entre el mismo sexo porque no permite la relación libre entre hombre y mujer?¿No será que la represión sexual que predica la Iglesia es una poderosa arma de dominio y división del pueblo, empezando por dividir una mitad de otra? Y como no es posible luchar contra las fuerzas de la naturaleza, contra la atracción y necesidad sexual, la hipocresía y la mentira se convierten en el pan de cada día, en el discurso de “lo políticamente correcto”. Hay que reflexionar desapasionadamente sobre ello, humanamente. Nuestro paraíso está en la tierra, en nuestra vida, en nuestra sociedad.
La mujer venezolana ha avanzado mucho en pocos años, en el transcurso de la revolución bolivariana. Chávez contribuyó personalmente mucho a ello.Ella ya sabe de sus derechos. Ya los reclama y ejerce, enfrentándose al varón machista. Pero aún falta mucho por hacer. Sobre todo los hombres necesitamos ahora reflexionar y cambiar. Para construir el socialismo tenemos que desmontar pieza a pieza toda esa represión e hipocresía. Necesitamos la igualdad completa entre hombre y mujer. Si la mujer no se incorpora plenamente, con todos sus derechos, con igualdad, la revolución fracasará. Y para ello necesitamos de hombres y mujeres, que trabajemos juntos, que confiemos, que nos digamos la verdad cara a cara sin ruborizarnos, que seamos, en ese sentido y otros, realmente fieles, fiables. Hagamos hombres de verdad. Pongamos en pié una nueva masculinidad verdaderamente revolucionaria.
A.B.

El verdadero amor sólo puede existir a partir del respeto y la igualdad de derechos

viernes, 11 de octubre de 2013

Caracas: Segundas impresiones. Las contradicciones

Mi hijo me escribe tras leer mi crónica y ver mis primeras fotos de Caracas, y me pregunta: “¿Todo está tan limpio?”.
La verdad es que no. A la segunda semana se me presentan las cosas no tan positivas, las negativas, junto a las positivas. Son las contradicciones de un proceso que podría calificar de revolución democrática, pero no aún revolución socialista.
Venezuela ha dado un gran salto adelante con el gobierno de Chávez. Pero hay que recordar que
detrás de Chavez siempre estuvo el pueblo movilizado, apretando, 


Desorganización y falta de un buen sistema de reciclaje y recogida de basuras

animando, participando. Sólo así se puede explicar los cambios sociales que han habido, dentro de ese proceso. Por ejemplo: la entrega de 300.000 viviendas para la gente que no tenía. A los detractores de la revolución bolivariana como atrasada, bárbara, inculta, etc., se les podría poner delante de esa realidad y la que tenemos en nuestros “civilizados” países, donde unas “civilizadas” instituciones como la banca, desahucian cada día a centenares de familias. Y luego tenemos casi un millón de viviendas vacías en el estado español. ¿Es eso más avanzado que poner a disposición 300.000 viviendas para quien no tiene, más aún, para quien no puede pagárselas?
Hay otras cosas. Como las que conté en la primera crónica. Por ejemplo: la participación de la ciudadanía en el proceso constituyente. Una Constitución donde el pueblo ha participado en asambleas, en los barrios, en las empresas, donde ha podido votar y determinar el proceso. Y critican ese proceso los periódicos y medios oficiales de una España cuya Constitución sólo se cambia para ponerse de rodillas a la banca y aceptar que primero se 

23 de Enero: el barrio de Caracas que iba destinado a la Policía y fue tomado por los vecinos hasta que se legalizó su ocupación

pagará la deuda antes que dar el dinero para los servicios sociales, ¿eso es progreso? ¿O que esa Constitución niegue el derecho a la autodeterminación y diga que los militares son los “garantes de la unidad de España”? ¿O que tengamos una monarquía borbónica, corrupta, chupasangre, en pleno siglo XXI? En verdad es cierto el dicho de que critican la paja en ojo ajeno aquellos quienes no ven la viga en el suyo propio.
Pero, es verdad. Junto a los avances sociales, a leyes muy democráticas, hay muchos déficits. He visto calles muy sucias y rotas. El servicio de recogida de las basuras es un problema manifiesto, que alcanza una magnitud casi de peligro social. Fomenta las ratas, los malos olores, la posibilidad de infecciones. No está resuelto y  no se hace caso a los propios trabajadores del servicio de recogida de basuras ni se dispone de la plantilla y medios necesarios.
En realidad me parece que la situación de Venezuela está en un impas tras la muerte de Chavez. O se avanza hacia una revolución de caracter social, o socialista, o todo está en cuestión. Maduro da la impresión de estar contra las cuerdas. Recibir el encargo de Chávez de ser nombrado el sucesor, y tener que afrontar el embate de la derecha escuálida y de parte de la propia burocracia chavista, que cada vez busca más puentes con esa derecha porque quiere convertirse en burguesía -y no sólo burócratas aprovechados, pero advenedizos-, es un difícil encargo. Sobre todo 
Colas en los grandes almacenes

cuando los propios problemas que Chávez no resolvió, ahora ya no pueden esperar.
Pero Maduro responde dando palos a derecha e izquierda. En lugar de apoyarse en la gente trabajadora, la menciona, la adula, pero no permite que actúe independientemente. El caso de Sidor es significativo. Esta es una de las principales fábricas siderúrgicas del país. Sectores sindicales, quizás oportunistamente para buscar su propio prestigio, se pusieron a organizar una huelga por reivindicaciones de atrasos pendientes. Otro sindicato, el mayoritario y más cercano al gobierno, se opuso a dicha huelga. Pero esa huelga y resistencia obrera fue enfocada por Maduro como una conspiración de algunos dirigentes sindicales, aliados a la embajada de Estados Unidos. Incluso si hubo tales contactos, aprovechar eso para atacar a los trabajadores y su lucha, por unas reivindicaciones además parece que legítimas, muestra la absoluta desorientación del gobierno. Los trabajadores de Sidor en Guyana, lo mismo que los que exigen sus salarios, que los que luchan contra los despidos por represión sindical como los Telesur, como los que quieren reabrir su imprenta y que el gobierno expropie, ponerla bajo control y producción de los obreros tras el cierre patronal, como los de la imprenta ABC de Caracas, no son el problema del gobierno. Al revés, son la solución.
Esa contradicción entre lo que espera la gente trabajadora del gobierno y lo que éste hace, es palpable. Hay colas para adquirir productos de primera necesidad, como el papel higiénico. Las colas existen, son visibles, no se pueden ignorar. Y ante las críticas a esta situación no se le ocurre otra cosa a un ministro que contestar: “No tenemos papel, pero tenemos patria” !!! ¡Ni Capriles lo hubiera hecho mejor! Ese tipo de reacción 
Un mercadillo de barrio en la capital

es lo que conduce a la gente humilde al desengaño y a pensar que ya este gobierno no tiene el reflejo que tenía Chavez y que se aleja del pueblo. De ahí que mucha gente trabajadora votara a la oposición en las últimas elecciones y el resultado fuera tan igualado. La carestía de la vida, la inflacción, la falta de productos...todo ello hace que haya un malestar creciente. La burguesía alimenta ciertamente ese clima, lo exagera, incluso organiza el sabotaje. Pero la cuestión no es esa. Lo que se pregunta la gente es ¿qué hace el gobierno ante los corruptos, los ladrones, los saboteadores, que no resuelven la situación?
En efecto, el gobierno, Maduro, hablan mucho contra ese sabotaje, sobre la “guerra económica” que padecen las clases populares. Pero no toman medidas. No, al menos, al nivel de la gravedad de la situación. El mismo Maduro arremete, siempre indirectamente, contra los corruptos que están en el gobierno y entre el chavismo. Pero la alianza, la pinza, que está haciendo este sector corrupto del gobierno que quiere ya pasar a otro régimen y convertirse en burgueses “de primera”, junto a los que siempre lo han sido, no puede deshacerse sin la intervención del movimiento popular y del movimiento obrero. Y esos son también atacados por Maduro. ¿Entonces?
Ahí es donde veo la otra parte de la contradicción de esta revolución: la falta de instituciones sólidas de la clase trabajadora, en primer lugar sindicatos, y del movimiento popular. Según veo, el pueblo venezolano  tiene una gran tradición de lucha. Es un pueblo “arrecho”. Sus estallidos e irrupciones, son explosivas, enérgicas, valientes, violentas. La burguesía caraqueña teme ese pueblo que baja de los cerros hacia el centro para liberar a Chávez de la cárcel, para combatir el golpe, para hacer frente al sabotaje dela huelga petrolífera. Es esa irrupción del pueblo lo que hace que haya arrancado conquistas sociales. Pero esa combatividad me parece que tiene un lado débil: no ha generado aún una organización propia. Por ello el papel del gobierno y del líder adquiere un peso enorme.

De rumba y salsa en el barrio. Tod@s a cantar y bailar

Pienso visitar centros más industriales el país. Seguramente mi opinión irá matizándose. Y seguiré bailando salsa siempre que pueda. Como hoy, viernes, donde asistiré a una fiesta salsera del barrio 23 de Enero, mi barrio.

A.B.

viernes, 4 de octubre de 2013

Caracas: primeras impresiones

He llegado hace una semana a Caracas. En pocos días no se puede uno hacer una idea de Caracas, con su amplitud, sus barrios, su bullicio. Pero sí tengo ya unas impresiones.
Lo primero que me viene a la cabeza es la idea de una Caracas violenta y sin ley que intenta darme la dama burguesa que se sentó a mi lado en el avión. Según ella en cualquier esquina te atracan, o te matan. Como para saltar del avión antes de llegar.

Los barrios más pobres de Caracas se encaraman por las colinas

Pero resulta que vivo en casa de una familia en el barrio 23 de Enero, en teoría uno de los más violentos y conflictivos. Ese barrio tiene enormes bloques de pisos que fueron tomados por la gente en 1958 cuando cayó la dictadura de Pérez Jimenez. Las viviendas iban destinadas a los militares, pero el pueblo se adelantó. Después derrumbó la dictadura y así “legalizó” su ocupación. Desde siempre el 23 de Enero ha sido un barrio “arrecho”, de gente brava.
El viernes, un día después de mi llegada, me fui con mis amigos a bailar salsa. El lugar era una casa antigua con un hermoso patio y decorada de forma moderna.  Estaba en lo alto de la ciudad. Un ambiente bohemio y desenfadado. Toda la gente que bailaba lo hacía muy bien. Yo aprendí algún paso más esa noche. A las cuatro de la madrugada decidimos regresar, pero sin coche. El primer taxi se nos escapó porque uno de mis amigos se enrrolló hablando con otro y el taxista se cansó de esperar y se fué. El segundo taxi también lo perdimos porque se nos sumó otro y éramos demasiados. Al final bajamos un montón del trayecto andando por medio la calle, hasta que un viejo y gran taxi nos montó a cinco. En ningún momento tuve la sensación de peligro.
Por las mañanas salgo al parque del Oeste, donde practico musicoterapia con casi un centenar de mujeres... y algún hombre. Es una forma de hacer ejercicio divertida, sana ...y gratis. Cualquiera puede participar y es bienvenido. Las mujeres enseguida te atienden y contestan tus dudas.
Una de las cosas que más diferencia he notado, no sólo respecto a Panamá, sino también respecto a Barcelona y Europa, es la cantidad 
Vista de Caracas desde el teleférico de El Ávila

de servicios gratuitos que ofrece, bien sea el estado, bien el Ayuntamiento. El metro es gratuito para los jubilados, es decir, mayores de 60 años. Las entradas a cines y espectáculos son muy económicas. Los museos también gratuitos. Los billetes de avión internos para jubilados a mitad de precio. Y eso sean nacionales o extranjeros. Las avenidas son amplias, con plazas enormes, y los edificios del centro recuerdan el pasado colonial y tiempos de influencia de la arquitectura francesa.

El metro es limpio y amplio. Funcionan 5 líneas y hay teleféricos que llevan a la gente a algunos de los barrios que se encaraman por los cerros de alredredor. Al norte y al sur hay montañas. La más alta es el cerro de El Ávila, con más de 2.000 metros. Caracas tiene un clima suave, mucho menos húmedo que Panamá pues está situada en un amplio valle, cerca del mar, pero detrás de la primera cadena de montañas. Por la mañana se puede ver la niebla, que desaparece luego.
Aquí lo peor del tráfico son las motos y también las camionetas. Los motoristas (hombres casi siempre) no respetan nada ni nadie. Cruzan el semáforo en rojo, suben por las aceras, van pitando todo el rato para apartar la gente o los coches. Encima si les haces algún gesto para mostrarles que están saltándose todas las reglas, te contestan enfadados. Y la policía no hace nada, los deja pasar ante sus narices. Parece que hay dos varas de medir a la ciudadanía.
La cantidad de buenos servicios que existen no me impide dejar de ver la otra cara: la cantidad de puestos de trabajo que dependen del estado. Muchos de ellos, los que están de cara al público, son muy eficaces. Por ejemplo el trabajador que me atendió para darme el chip y nuevo número de mi teléfono móvil. En una locura de colas, pues toda la población va detrás de los móbiles, atendía con rapidez, con estricto orden y haciéndose respetar. Un 
Alegría y colorido en un barrio pobre

profesional completo. Pero también, me dicen, están los empleados públicos que maltratan a la gente. Y los que “huevean” con “estudios”, “informes” y “tareas” que nadie ve ni puede demostrarse su utilidad. El socialismo no es estatalismo, pero seguramente sin empresas estatales no habría tanta riqueza social. Las empresas autogestionadas parece que funcionan bastante mejor que aquellas que son dirigidas por burócratas nombrados a dedo que no tienen idea de lo que tienen entre manos.
El petróleo da para mucho aún. El precio del litro de gasolina es simbólico. Los carros son grandes y viejos, devoradores de energía. El gobierno de Chávez logró ampliar la parte de beneficio que salía del petróleo. El petróleo da a Venezuela un tercio del presupuesto. Pero el precio del barril pasó de 7 a 100 $ con Chávez. Y esa riqueza ha permitido avanzar en muchos aspectos sociales, de los que hablaré en otra ocasión.

Los chicos se divierten con sus zapatos viejos

Sin embargo el petróleo no lo es todo y hoy Venezuela se debate entre una profundización de la revolución o un paso atrás. El intento de asesinato de un alto cargo chavista y progresista, el presidente del Indepabis, Eduardo Samán, y el camuflaje en las noticias oficiales como si fuera un “asalto de delincuentes”, muestra una guerra económica de fondo en el que están implicada la derecha económica pero también la complicidad de sectores de la burocracia gubernamental.
El gobierno, extrañamente, no ha dicho ni “mu” sobre el atentado de quien, en teoría, sería “uno de los suyos”. Es sólo un ejemplo del choque que también se da en las fábricas, los campesinos, los indígenas con los patronos y quienes trabajan para ellos desde el gobierno. Parece que aterrizo pues en un momento de cambio de ciclo. Veremos si se confirma y lo convulso que será.
A.B.